Ahora también la marihuana

El gobierno está muy molesto con las noticias sobre el accionar de la delincuencia que transmiten los noticieros y bajo el subterfugio del "horario de protección al menor" se apresta a aplicar una mordaza al mejor estilo de los gobiernos totalitarios. Sin embargo, para los integrantes de ambos gobiernos del Frente Amplio que ya llevan 7 años en el ejercicio del poder, mirar la crónica roja de las noticias tendría que haber sido desde el principio, materia obligatoria. Porque da la impresión de que les ha costado mucho darse cuenta de los niveles a que ha llegado la inseguridad en nuestro país.

Recién a partir de la truculenta filmación puesta en el aire una y otra vez del cruel testimonio del asesinato del empleado de una pizzería, parece que por fin tomaron conciencia de que era hora de actuar con otra determinación. De que había que frenar el desmedido auge de la delincuencia. En una semana, el gabinete de seguridad se reunió tres veces, algo nunca visto, y se le hizo saber a la población que harían públicas una serie de medidas para luchar contra el delito. La gente quedó expectante, esperanzada. Comenzaron a pasar una y otra semana, hasta que finalmente llegó el día de los anuncios que haría el propio Presidente Mujica. Pero ¡oh sorpresa!, no sucedió así. El primer mandatario cambió de parecer y habló por cadena de radio y televisión, pero no de medidas. Prefirió pedirle a los angustiados uruguayos que se tomaran un mes de reflexión, filosofando sobre el valor de la vida.

Pasaron dos días más y se concretó el momento. Tres Ministros y el secretario de la Presidencia subieron a escena y comenzó la función. Un admirable ejercicio de improvisación durante el cual se anunció toda una suerte de ideas, porque de proyectos elaborados por parte del equipo que hace dos años es gobierno y que además, sucede a otro de la misma filiación, hubo gusto a poco.

Pero eso sí, de acuerdo a la más ancestral mentalidad estatista, se propuso que el Estado uruguayo sea pionero en el mundo. Pionero en la plantación, distribución y comercialización de la marihuana. Ya se barajan nombres para el nuevo emprendimiento que podría pasar a llamarse Fábrica Uruguaya de Marihuana del Estado, (FUME), Francisco Faig, dixit.

Un tema tan difícil y complejo como el de las drogas, presentado en la forma en que se ha hecho, no da ni para tomárselo en serio. Propuesta hecha por un gobierno que no ha sido capaz ni de hacer un censo poblacional con eficacia. Van 10 meses y todavía no están los resultados, los cuales además no se sabe hasta qué punto podrán tomarse seriamente, vistas las fallas que tuvo la etapa del relevamiento.

Que a pesar de la bonanza económica experimentada por el país y con un crecimiento de la recaudación enorme, consecuencia de ese mismo dinamismo y del aumento de la carga tributaria que pesa sobre los contribuyentes, las escuelas o están infectadas por ratas, o se les caen los techos; las paredes sudan humedad, hay escolares que no tienen dónde estudiar y los maestros se quejan de las insalubres condiciones. Con la salud pública y la Administración de ASSE que son una calamidad; los hospitales son una vergüenza, las salas de emergencia cerradas provocan muertes, faltan los pediatras, los anestesistas; enfermeros asesinos hacen de las suyas y no hay quién se haga responsable del desmanejo, y tantas otras cosas que son producto de una incapacidad de gestión increíble, resulta que el Estado nacional se va a encargar de producir marihuana. ¿Una nueva versión de Alur tal vez?

Si el gobierno cumple a rajatabla con sus principales cometidos; la seguridad, la educación, la salud y el Estado uruguayo produce a través de una empresa desmembrada de Ancap, (CABA S.A.) nueve variedades de bebidas alcohólicas, por qué no va a dedicarse a plantar marihuana y fabricar pitillos (porros), habrán pensado nuestras autoridades.

Las drogas, duras y blandas, son parte de un debate social de nuestra época y la discusión sobre su combate o despenalización proviene del rotundo fracaso de la lucha contra el narcotráfico que mueve gigantescas sumas de dinero. Por ello, el Presidente colombiano, Juan Manuel Santos lo quiso poner sobre la mesa en la última Cumbre de las Américas, pero como él mismo lo dijera, debe encararse de manera global.


El País Digital

Tapan pozo en zona de playa en Salto que causó ahogamientos

SALTO | LUIS PÉREZ

Ante la bajante del río Uruguay -una de las más prolongadas de los últimos 30 años- la Intendencia de Salto aprovechó para tapar un pozo en el Ayuí. A lo largo del tiempo decenas de personas fallecieron ahogadas por ese hueco.

"El pozo es un desnivel abrupto -a modo de precipicio- de más de 3 metros de profundidad, en un área de 15 por 10 metros (150 metros cuadrados)" en esa zona de playas de la costanera norte de la capital salteña, según informa la Intendencia en su web.

La comuna rellenó un área muy cercana a la costa de unos 150 metros cuadrados con 350 metros cúbicos de material -la carga de unos 50 camiones- . El trabajo para hacer desaparecer esa trampa natural, en donde comienzan las cascadas del Salto Chico, demandó 60 viajes de camiones con material de cantera y piedras. Para la tarea la Intendencia utilizó cinco camiones con caja volcadora.

Para efectuar el trabajo de relleno del pozo los equipos viales de la comuna -supervisados por el buzo Jhonny Pinasco- construyeron una ataguía -especie de terraplén- para el desplazamiento de los camiones y máquinas, posibilidad que se dio con un nivel cero del río ante la escala del puerto Salto.

Sobre las muertes por ahogamiento en esa zona no existen registros anteriores a la década de 1970, pero la gente mayor recuerda que la temporada veraniega se cobraba hasta tres vidas humanas con el inicio de las altas temperaturas.

Esto se debía a que muchos jóvenes al primer sitio que concurrían para sumergirse en el río Uruguay era precisamente sobre las cascadas del Salto Chico y pretendían llegar desde la costa caminando. En ese momento era cuando los sorprendía el pozo.

TESTIMONIOS. Acerca del pozo en esta zona del Ayuí hay innumerables historias. Unas contadas con tristeza por la pérdida de un ser querido o amigos de víctimas y otras de quienes se han salvado por poco.

Luis Gómez, un reconocido exfutbolista, contó a El País que su madre, cuando estaba embarazada de él de 5 meses, se internó a las aguas del río Uruguay en el Ayuí con otros familiares y que en un momento perdió pie en ese pozo y, cuando estaba desapareciendo de la superficie y sin poder valerse por sí misma, Dionisio Álvarez la rescató. Él se enteró de esto ya de grande.

"Si hoy vivo es por don Dionisio (Álvarez), me contaron mis abuelos después que fui un hombre, porque una tarde de verano cuando mi madre se metió al agua con unos parientes el pozo la comenzó a `tragar` y ella no sabía nadar. Me contaron que don Dionisio, que era un hombre muy conocedor del lugar y nadaba muy bien, al verla se tiró y la rescató de casualidad porque en aquellos años no había guardavidas ni botes y cada uno se metía donde quería y no conocía el peligro", indicó Gómez.

Luis, que es amante del río Uruguay y disfruta a menudo de un rancho que construyó a pocos metros del Ayuí, dijo que en el entorno de ese pozo las aguas formaban una especie de tirabuzón o remolino y quienes no sabían nadar o se asustaban se convertían en seguras víctimas cuando caían en él. "Yo por las dudas nunca intenté cruzarlo, la gente ha cometido y comete imprudencias sabiendo que en ese lugar ha muerto mucha gente", aseguró Gómez.

El País Digital