Desde que Thomas Cook organizara viajes viajes por los escenarios de la Guerra Civil estadounidense allá por el siglo XIX, en los inicios del turismo, la guerra siempre ha estado ligada al viaje del hombre. Ocio y guerra parecen ser antagonistas, excluyentes, sin embargo nos resulta atractivo visualizar esos escenarios de los que hemos tenido noticia en los informativos, nos gusta situarnos como meros observadores de lugares de muerte, posicionándonos desde una perspectiva ajena.
Somos observadores desde dentro. La capacidad del ser humano para sentirse ajeno a lo que le es propio crea entornos de ocio, destinos vacacionales. Tal vez habría que redefinir el turismo.
Juan Sobejano (juan.sobejano@hosteltur.com)
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