propuesta turística sal y sol

La vida te da esas cosas, sorpresas, las llamo yo; y te coloca en lugares y vivencias que te trasmutan al antes, al después, a la reflexión de las generaciones y del pasado familiar. Esto es lo que me ocurre hoy a mí, que siendo una mujer fervorosa y creyente de nuestro Señor, me colocó junto a mis mas pequeños hijos (Horacio Octavio León Tanca Rosete y Juan Antonio Tanca Rosete) a vivir unos días en mi propia ciudad, al amparo del Hotel mas antiguo de Salto, que aún hoy no sólo conserva su identidad de entonces, sino y además bajo la solidaria calidez de su dueña, la Sra. Margalet Maglio, mas conocida como "Techa" por el medio artístico y cultural de Salto y Uruguay en general, y bajo la custodia de ésta hermosa y mísitca arquitectura que es el Gran Hotel Concordia, de Salto, y que como plus, hay que agregar, el espléndido material humano que trabaja hoy aquí y al cual nos debemos y agradecemos su solidaridad.-

La cuestión es, que, alojada en éste emblemático edificio, es fácil transportarse a diferentes épocas e imaginar muy puntualmente aquellos años del Salto Oriental, cuando nuestra ciudad comenzaba a surgir como un ícono importante desde el punto de vista portuario, comercial, pero sobre todo social y cultural que es en sí misma la esencia patrimonial de ésta ciudad.-

No es fácil eludir los mágicos lugares del Hotel Concordia, no sólo porque cada vistazo te regala una historia, sino porque su misticidad proviene del conglomerado artístico que éste Hotel ha acogido y que aún hoy lo hace, bajo la suave dirección de Techa y su ángel guardián: María Clara Rodríguez, pilar fundamental para la administración del hotel hoy.-

Claro que no es fácil, todo lo que vemos por aquí ha sido utilizado y vivenciado por personalidades increíbles, desde Marosa Di Giorgio, como Carlos Gardel, para nombrar los mas renombrados, pero que aún hoy es receptor de un turismo selecto que no duda en elegir éste lugar para hospedarse.-

La historia del resurgimiento de éste Hotel debe leerse en el libro que ha escrito Techa "Por las Huellas del Salto Historia y Literatura en el Gran Hotel Concordia" editado en el 2008, lo que les recomiendo, pues ahí se encuentra el recorrido de éste desde que es fundado hasta pasar a las manos de su actual propietaria y está escrito de forma que su lectura se hace muy amena y de rápida lectura. Pero en éste hermoso libro también hay historias de amigos y huéspedes que en lo personal me condiciona.- Y digo esto, porque en mi familia existe una historia que les quiero transmitir y que finalmente llego a leerla como cierta en éste libro.-

Contaba mi suegro: Don Julio Antonio Tanca Caballero, cuya desaparición física es de reciente data, que su padre: Don Horacio Octavio Antonio Herminio Tanca Serrano le había sido regalado un anillo, (mas precisamente un hermoso rubí que él exhibía diariamente pues lo llevaba siempre puesto), que había sido regalado en una noche por Carlos Gardel en un encuentro con él; esta historia es trasmitida por Pablo Vizcarret (Bocha)amigo incondicional de Techa también ya desaparecido en éste libro y puede leerse en la página 56.-

Así que, entre estas historias que deseaba contar, sumado a que Marosa Di Giorgio fue una amiga del artista plástico Horacio A. Rosete Brignole (mi padre) y a quienes les debo junto a Leonardo Garet, mi devoción por la literatura, hace de mi estancia por estos lares una permanente sincronización de diversas emociones que van de la mano con el acerbo cultural de éste lugar, de ésta ciudad y de éste País. Quienes tuvimos el placer y el honor de conocer a Marosa no la olvidamos mas. La última vez que la vi, fue en el ex Hotel Salto, bajo la regencia de la familia Broglio, en la presentación de un libro escrito por otra querida amiga y profesora como lo es Myriam Albisu y cuyo día no olvidaré jamás. Y como olvidar esa noche!, una Marosa que se presentó absolutamente de rojo, lista para ingresar al salón principal a la presentación del libro de Myriam, y yo atenta a su izquierda la miraba, es posible que la fuerza de mi mirada la distrayera, pues me vio y me llamó sutilmente con un gesto de su mano izquierda a la que acudí rápidamente. Me envolvió en un abrazo muy fuerte mientras por lo bajo me decía: "Cómo lamenté la muerte de tu padre querida Virginia, no sabes cuánto" y dicho esto unos segundos nos detuvimos en ése abrazo emocionadas sabiendo que era presto recomponerse para la presentación. No pude volver a ingresar a la Sala, la emoción fuerte de éste sentimiento me lo impidió, y cuántas veces lo lamenté después, pues ignoraba entonces que ése también sería mi último adiós a Marosa

Esas tertulias de arte a la nochecita en mi casa marcaron y definieron un destino en mi vida y se lo debo básicamente a los poemas que Marosa deleitaba a los presentes, esas noches sentada en el suelo del living de mi casa, sobre un cuero de vaca, miraba y escuchaba a Marosa sus poemas y sus vivencias; y luego a los otros: a Artigas Milans Martínez, a Peralta, a Garet y disculpen si no nombro a los demás, es porque fue hace muchos años y mi memoria no es lo prodigiosa que quisiera fuera, pero que me deja recordar...

No puedo pues olvidar éste pasado, y tampoco puedo dejar de revivirlo en el presente en éste maravilloso lugar, y menos, mucho menos dejar de agradecer a éste Hotel, a su increíble propietaria y mejor persona que es Techa Maglio. Para ella, para mis hijos, para la hermosa gente que trabaja aquí, para los huéspedes que alguna vez han venido o vendrán, es que he escrito estos humildes recuerdos. Proc. Virginia E. Rosete Costa