Salto profundo

Postales de un día en el interior de uno de los departamentos más despoblados. Desde Rincón de Valentín a Paso Cementerio en cinco imágenes.










Hay pocos departamentos con un campo tan despoblado como Salto. Salir de la capital departamental y tomar la ruta 31, hacia Tacuarembó, es iniciar un viaje en el que uno se transportará, durante kilómetros y kilómetros, al "medio de la nada", como dice el médico Ramón Soto. El 80,5% de la población salteña se encuentra en la capital, bien contra el río Uruguay. Allí viven 99.072 de los 123.120 pobladores, según el censo de 2004. El resto del departamento está muy despoblado, salpicado por pequeños pueblos o caseríos.

El fotógrafo Gerardo Fiorelli retrata esa desolación del interior salteño en esta página.

Cementerios y panteones perdidos en la mitad del campo, vehículos abandonados y parajes donde más que nada hay gente mayor y niños es algo de lo que se puede ver en el camino desde Rincón de Valentín hasta Paso Cementerio. Los jóvenes no están: ni bien pueden, se escapan a la ciudad.

En Arerunguá la gente camina lento y la gran atracción es bañarse en la cañada. En Carumbé hay una combi con chapa de Quaraí abandonada hace unos años: era de un brasileño que andaba en un circo. En Cerro Chato un parroquiano toma cerveza, mientras espera que pase el largo y caluroso día. Son postales del interior profundo
Fuente: El País digital

Noticia relacionada del 01.06.2009



Observen que buenas ideas para el turismo rural se organiza desde España
www.clan-destinos.com

Y otras fuentes.-





Espigas para los establecimientos de turismo rural
Desde hace algún tiempo la Asociación Española de Turismo Rural(ASETUR) está trabajando para conseguir un sistema que permita clasificar los establecimientos de turismo rural en diferentes categorías.
El crecimiento del turismo rural en nuestro país, ha propiciado la necesidad de establecer criterios comunes entre un sector muy poco homogéneo. En España existen diferentes legislaciones (cada CCAA tiene su propia legislación), y diferentes modalidades de alojamientos rurales y tipologías (Pazos en Galicia, Palacios y Casonas en Cantabria, Casas – Aldea en Asturias, Casas de Payés en Cataluña, Centros de Turismo Rural en Castilla y León, Ventas en Castilla la Mancha, Apartamentos Rurales en Extremadura, , Hospederías en Murcia, etc.). Tanta diversidad hace imprescindible encontrar un sistema de clasificación homogéneo para todo el territorio nacional.
De esta manera, los consumidores de turismo rural podrían identificar el nivel de servicios y equipamientos que encontrarían en cada establecimiento, independientemente de su denominación autonómica. Además, se facilitaría la comercialización de este producto a todos niveles, puesto que se benefician tanto los intermediarios turísticos como los mismos usuarios.
La categorización que propone la Asociación Española de Turismo Rural es una clasificación basada en espigas, desde las 5 espigas para los establecimientos de máxima categoría a 1 espiga para los de menos categoría.
Aplicación de la clasificación por espigas para las Casas rurales de Alicante
Montaña de Alicante ha implantado un sistema por medio del cual se están clasificando los establecimientos por categorías, en función del nivel de los servicios que ofrecen a los clientes. Fruto de este plan, en el conjunto de la provincia ya hay 27 alojamientos que disponen de entre dos y cinco “espigas”, un distintivo equiparable a las estrellas de los hoteles.
La Asociación de Alojamientos Rurales Montaña de Alicante está integrada a su vez en Asetur, una organización nacional que es la que ha promovido esta iniciativa de clasificación. Si bien el plan se está implantando de forma paulatina en el conjunto del país, la provincia de Alicante es una de las que está más adelantada.
El objetivo del plan, según explicaron fuentes de Asetur, es facilitar tanto a los clientes finales como a los intermediarios turísticos el nivel de equipamiento y servicios que van a encontrarse en los establecimientos asociados con independencia de la tipología que tengan en cada una de las comunidades autónomas, y simplificar la promoción internacional.
La elección del símbolo de la “espiga” ha venido determinado por la intención de avanzar paralelamente con el sistema de clasificación ya implantado en Francia, y por ser un elemento que se considera identificativo del mundo rural.
Ante la gran variedad de alojamientos de turismo rural, se ha considerado necesario crear cinco niveles. Los alojamientos interesados en disponer de las “espigas” son visitados por una comisión técnica, que es la que se encarga de decidir la categoría que se otorga en cada caso. Para ello tienen en cuenta cuestiones como la diversidad de entornos paisajísticos, el nivel de equipamiento y confort de las habitaciones, la variedad de arquitecturas, y la calidad y cantidad de servicios.
En el caso de la provincia de Alicante, ya hay 27 establecimientos que disponen de “espigas”. En concreto, hay tres de cinco “espigas”, diez que tienen cuatro, trece que poseen tres y uno que cuenta con dos. En la lista hay casas rurales, hoteles y hostales ubicados en distintos municipios, principalmente de la zona de l’Alcoià, El Comtat, la Marina Alta, la Marina Baixa y l’Alacantí.
En la actualidad están en estudio los criterios que se aplican para clasificar los albergues.
El presidente de la Asociación de Alojamientos Rurales Montaña de Alicante, Juan Salvador Ibañez, destacó la importancia de esta iniciativa, sobre la base de que “nuestra intención es mejorar la atención a nuestros clientes y facilitarles la tarea a la hora de elegir un establecimiento”.