




Representantes de los ministerios de Agricultura de seis países sudamericanos expresaron en La Paz su preocupación por el impacto negativo de la crisis financiera global.
“Hay que ajustar cuentas, quién se hace cargo del cambio climático y quién va a ayudar a compensar los impactos negativos que tienen estas variaciones bruscas", dijo el ministro de Ganadería de Uruguay, Ernesto Agazzi. Este tema y los efectos de la crisis en la seguridad alimentaria fueron analizados por autoridades de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay en la XVII Reunión Ordinaria del Consejo Agropecuario del Sur (CAS).
El ministro Agazzi explicó que las principales preocupaciones del CAS frente a la crisis radican en la disminución del consumo en los países desarrollados y las barreras comerciales y técnicas de protección a los sistemas productivos. "Hemos considerado que el aumento de la protección es un riesgo muy grande para nuestras economías", señaló.
Otra preocupación para estos países es el cambio de enfoque que se ha producido respecto a la seguridad alimentaria en el mundo a raíz de la crisis financiera global.
El subsecretario de Agroindustrias de Argentina, Rubén Patrouilleau, sostuvo que las ocho naciones más desarrolladas agrupadas en el G-8 abordan la crisis financiera y la alimentaria como temas separados. Por ello, dijo, ese grupo pretende generar "un orden mundial de manejo de la producción agropecuaria", restando soberanía a los demás países para dictar sus políticas agropecuarias y de comercio.
En este marco, el CAS decidió crear un grupo que analizará en detalle esta problemática para establecer qué aspectos de la misma pueden ser perjudiciales para el comercio de los seis países y así asumir las medidas correspondientes.
Diario Ultimas Noticias-Montevideo-Uruguay 13 de agosto 2009
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