MSC Cruises colocará cámaras con escáner térmico en los puntos de embarque a sus barcos para detectar a pasajeros contagiados de gripe A y evitarse los inconvenientes, en unos casos, y problemas más serios, en otros, vividos por otras navieras.
La naviera italiana indica que las cámaras de infrarrojos, que en segundos reproducen imágenes que indican la temperatura corporal, permitirán a su personal médico monitorear la presencia del virus en sus pasajeros. "Una cámara infrarroja es muy efectiva y nada molesta herramienta para la detección de personas infectadas con una enfermedad viral, incluso en una fase muy temprana", señala MSC en un comunicado.
Hace unos meses las líneas de cruceros comenzaron a tomar precauciones inmediatas cuando se registró un brote de virus identificado como gripe porcina en México la primavera pasada que causó alarma en todo el mundo propagándose a varios países de los cinco continentes. La comunidad médica internacional se prepara para un segundo brote previsto para el otoño.
A pesar del proyecto de los escáneres térmicos, MSC no ha renunciado a los antiguos métodos de prevención y ha dispuesto en la mayoría de las áreas públicas de sus buques gel desinfectante para la higiene regular de las manos además de presentar en cada uno de sus cruceros el vídeo “¿Cómo estar seguro?”.
En cuarentena obligartoria
Varias compañías de cruceros se han visto afectadas por no haber detectando antes de la partida de sus travesías la presencia del virus en pasajeros o en miembros de sus tripulaciones, lo que ha producido que se registraran brotes a bordo obligando posteriormente el asilamiento de los barcos en puertos internacionales, tras habérsele negado el arribo a algunas ciudades en la que debían hacer escala. Esta situación fue vivida el pasado mes de junio, en el caso del crucero por el Caribe que realizaba la naviera Pullmantur, a cuyo buque Ocean Dream le fue denegadada la autorización hacer escala en Grenada y Barbados por tener a bordo casos de la gripe A.
A principios de este mes, el crucero Voyager of the Seas, de Royal Caribbean, que efectuaba un viaje de siete días por el Mediterráneo con principio y final en Barcelona, permaneció varias horas en cuarentena por orden de la prefectura de Bouches-du-Rhône ante la sospecha de un brote de la enfermedad en el buque. Los análisis solo habían confirmado en Barcelona un caso, el de un tripulante colombiano al que se le tomaron muestras en la capital catalana. Además, 146 personas –80 pasajeros y 66 tripulantes– que presentaban síntomas o había estado en contacto con supuestos afectados quedaron aisladas. El barco trasladaba a 5.100 personas entre pasaje y tripulación.
O casos más graves como el de la muerte del español de 48 años Felipe Pérez a bordo de un crucero por el Báltico en el buque Emerald Princess, de la compañía estadounidense Princess Cruises, hace pocos días, después de que dos pruebas realizadas por el servicio médico del barco diesen resultado negativo.
Diana Ramón Vilarasau (transportes@hosteltur.com)
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