No por ser un destino poco conocido dentro del circuito tradicional del Turismo en Uruguay deja de ser interesante una visita por el departamento de San José. La mejor forma de conocer la ciudad de San José de Mayo, su ciudad Capital es empezar por la plaza principal “33 orientales”. En el centro hay un Monumento Histórico: la pirámide a la Paz de Abril, inaugurada en el año 1873. La base de mármol, con 4 escalinatas y 4 leones sosteniendo 1 escudo cada uno, ya se ve gastada de tantas generaciones de maragatos (así se denominan los oriundos de San José) que treparon hasta ellos.
Frente a la plaza principal está la Basílica Catedral de San José, una maravillosa obra arquitectónica de fines del Siglo 19, con su espectacular altar mayor (obra del escultor catalán Domingo Mora), las impresionantes columnas de mármol de Carrara, los frescos obra del pintor italiano Lino Dinetti, las arañas de cristal de Murano y su no menos famoso reloj suizo, puesto en funcionamiento el 25 de agosto de 1900 que aún funciona perfectamente. Ah! y no te sorprendas cuando escuches, desde cualquier punto de la ciudad las campanadas que, desde la iglesia, marcan las horas puntualmente.
Al rodear la plaza, vas hasta el Teatro Macció. Es fácil visitarlo, ya que tiene una gran actividad cultural y abre sus puertas habitualmente. En la Oficina de turismo que está junto al Teatro, te informan en detalle sobre actividades, horarios, así como la información necesaria para recorrer la ciudad. Y hasta podés aprovechar para llevarte un souvenir, de la muestra permanente de artesanos maragatos que exhiben ahí sus trabajos.
No hay que alejarse mucho, porque en la esquina de la Iglesia podés tomar la peatonal Asamblea. Es una zona comercial, pero en el centro de la calle, a veinte pasos de la fuente, casi como al descuido reposa una escultura de chatarra de Hugo Nantes (famoso artista local contemporáneo), tan extraña como interesante, especialmente para aquellos que no conocen su obra. A propósito: el taller del pintor/escultor Nantes suele ser visitado para poder apreciar sus pinturas y esculturas, pero aún hay otras a cielo abierto: además de la escultura de la peatonal, son obra suya los azulejos de los bancos de la plaza 33. En el entorno a la plaza también hay una pequeña cantidad de restaurantes y pizzerías donde almorzar al paso aunque si vas con tiempo y con auto podés encontrar buena gastronomía saliendo de San José a lo largo de Ruta 3.
Cuando te alejes de la plaza podés ir por 25 de Mayo hasta la Quinta del Horno, una casona de veraneo típica de una de las familias patricias de San José (familia Larriera), del siglo 19. Está abierta al público y se pueden visitar gratuitamente los cuidados y elegantes jardines y parte del interior de la finca.
Luego, siguiendo por 25 de Mayo, llegás a la Ruta 3 y tenés 2 opciones: o doblás a la derecha para visitar la “Picada de Varela” en el km 95 de la Ruta 3, o doblás a la izquierda y conocés el Parque Rodó.
Si preferís la Picada de Varela te espera un paisaje de monte y playa, sobre el Río San José, un lugar muy visitado por las familias maragatas para huir del calor citadino. Durante el verano, además, funciona un parador con piscina. Si el día es agradable, la segunda opción, el Parque Rodó es un lugar ideal para ir con niños, ya que hay un zoológico cuidado y prolijo, juegos recreativos para niños y estanques con patos y carpas, un lugar perfecto para ir de picnic, con área de quinchos y parrilleros, un romántico paseo para enamorados, por senderos arbolados y solitarios, un lugar para fanáticos de la velocidad, ya que hay carreras de motos y karts en el kartódromo Luis Pedro Serra (capital del karting del Mercosur). Deporte y vida sana, con senderos aeróbicos, canchas de tennis, padel y fútbol. Un lugar para todos donde se puede pasar bien un rato o todo el día.
Dentro de la ciudad también hay otros monumentos históricos de interés, como el Primer Monumento a Artigas erigido en el país (1894), de 14 metros de altura, sobre una mole de granito de 7 toneladas. El diseño de este monumento fue encargado a Juan Luis Blanes quien murió al poco tiempo dejando el fin de los bocetos en manos de su padre, el pintor Juan Manuel Blanes. Para llegar caminamos por la peatonal y seguimos 4 cuadras.
Si te gusta disfrutar de la naturaleza, no podés perderte las Sierras de Mahoma, en la Ruta 23 km 26. Un lugar único denominado mar de piedra por los lugareños, 20 km cuadrados de terreno agreste, ideal para trekking, con formaciones rocosas de apariencia caprichosas (la tortuga, el avión, la esfera, etc.). Puede visitarse todos los días (y los 25 de cada mes la entrada es gratis). Si te gusta la aventura, visita obligada.
Y para los que buscan arena y mar, la cadena de balnearios sobre el Río de la Plata te ofrece desde playas serenas de arena blanca como Bocas del Cufré, donde se puede disfrutar de la navegación por el arroyo Cufré, tanto para pesca deportiva como para practicar actividades náuticas, (se llega desde el km 101 de Ruta 1 y hay 17 km y medio de un excelente camino de balastro). También barrancas imponentes con imperdibles puestas de sol en Kiyú (se puede entrar por el km 61 de Ruta 1 y recorrer 14 km por un camino impecable), o lugares como Playa Penino (apenas dejando atrás el puente sobre el Río Santa Lucía) donde se reúnen regularmente los aficionados a la observación de aves.
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